¿Quieres mejorar tu vida sexual y la de tu pareja? Pues empieza por trabajar tu forma física y así conseguirás sensaciones más intensas y placenteras.
Con estos ejercicios podrás potencian las partes del cuerpo que más participan en el acto sexual: glúteos, abdomen, muslos, la parte inferior de la espalda y la zona pélvica. Cuando se fortalecen determinados músculos haciéndolos más flexibles, el cuerpo gana en elasticidad y también contribuye a que el flujo sanguíneo llegue a todas partes.
1. Estira antes de empezar: Tumbada boca abajo sobre una colchoneta, eleva el cuerpo estirando brazos y piernas. Apóyate en los dedos de las manos y los pies y haz un puente, después muévete hacia delante y hacia atrás.
2. Mueve la pelvis: De pie, con las piernas separadas y las rodillas ligeramente flexionadas, desplaza la pelvis hacia atrás y hacia delante. Acuerdate de respirar, inhala y exhala mientras la desplazas.
3. El hula-hoop. De pie y con las piernas separadas, coloca las manos en las caderas. Después concéntrate en tu cadera y gira lentamente la pelvis trazando círculos amplios. Repite diez veces a la derecha y otras diez a la izquierda.
4. Glúteos arriba. Tumbada boca arriba, apoya la espala en el suelo, dobla las rodillas y apoya las plantas de los pies en el suelo con las piernas separadas. Coloca los brazos a los lados con las palmas de las manos hacia abajo. Por último, levanta el tronco presionando los glúteos y los abdominales inferiores, pero sin olvidarte de la cara interna de los muslos.
5. Trabaja tu flexibilidad. En el suelo, con las piernas estiradas y pies flexionados, inclínate hacia adelante bajando el pecho lo más que puedas (aguanta durante unos treinta segundos). En la misma postura, toca los dedos de los pies. Este movimiento activa la energía del cuerpo y despertará el deseo. Además, ayuda a reforzar los muslos y consigue que la sangre fluya por la zona pélvica.
6. El triángulo invertido. En el mundo del yoga se conoce como Trikonasana y consiste en la torsión del tronco. De pie, con las piernas abiertas a los lados, inclina el cuerpo hacia un lado girando a la vez cabeza y cuello (mirada al techo). Sirve para tonificar pantorrillas y muslos, fortaleciéndolos y liberándolos de tensiones. Este ejercicio alivia y da elasticidad a la columna, además de endurecer las extremidades inferiores.
7. El zapatero. Sentada con las suelas de los pies juntas y rodillas mirando al suelo, tira de los pies hacia dentro y baja las rodillas. Con ello conseguimos estimular la flexibilidad de la cadera, liberar la energía sexual acumulada, y despertar la función de los órganos sexuales.
Si los haces a diario, aumentarás tu capacidad para el placer sexual. Por tanto, la excitación y el orgasmo serán más intensos.
Por último, recuerda que hacer ejercicio aeróbico durante 30 minutos cinco veces por semana, aumenta tu energía sexual y desarrollas una mayor resistencia muscular, lo cual te ayuda a reducir la fatiga durante el sexo.
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